martes, 7 de abril de 2015

Escasez de amor.

Hoy, mientras estaba esperando mi hora de embarque me quedé sorprendido por lo que una madre a su hija le decía. A la niña le calculo unos 6 años, llena de vida y ganas de divertirse. Para la madre todo lo que la niña hacía de cierta forma le molestaba y constantemente le llamaba la atención, diciéndole cosas horribles y amenazándola por nada. Me dio tristeza en cierta forma el ver que para la niña dar un pequeño giro estilo ballet a su madre le molestaba. Quizá quería que su hija permaneciera quieta como un ser sin vida sentado en una silla. Supongo que a esa edad los niños sólo quieren jugar y divertirse un poco; creo también que debe ser considerado una bendición que su hijo pueda hacerlo, sabiendo que es una realidad que hay miles de niños allá afuera que no pueden tener ese toque de alegría porque con tan corta edad están luchando por alguna enfermedad, debe ser doloroso para una madre ver que su hijo esté en sillas de ruedas sin fuerzas siquiera para hacer cosas por sí sola. 

Aún así eso no fue todo, la niña en busca de algo qué hacer le ha pedido a su madre poder jugar con su nintendo portátil. Su madre le dice que está bien pero que en cuanto vea que otro niño lo toque le pegaría y se lo quitaría a ella. Fue triste ver esa escena y de alguna forma me hizo reflexionar mucho porque la niña en su inocencia le dice asustada a otra niña que se le acercó para jugar, que sólo podría ver como jugaba ella, pues sino su madre se molestaría. 

Quizá no estemos consiente del error que cometemos cuando a una niña inocente le decimos cosas así, sin notarlo en ese instante en ella empezamos a cambiar sus valores. Enseñamos a ser egoístas en vez de humildes y compañeros, enseñamos a sacar las garras sin torcer nunca el brazo. En esa pequeña encontré un motivo para cambiar mi forma de actuar en algunos sentidos. Ahora sólo quiero pensar que no importa lo que tengamos en realidad, sino todo lo que con eso podamos hacer. No se trata de tener el mejor videojuegos sino a cuántos podamos hacer feliz por unos minutos jugando en él. Debemos sembrar amor si de verdad un cambio al mundo queremos dar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario