jueves, 4 de junio de 2015

Seguir adelante.

Las semanas pasan y no me doy cuenta, tu dolor sigue latiendo como el primer día. Aún es insoportable pasar por todos esos lugares donde solíamos estar y no tenerte a mi lado. A veces me pregunto si te ríes como conmigo lo hacías, si ya a otra persona tomas de la mano que amaba apretar. Sé que hace ya casi dos semanas que todo terminó, pero aún no logro darme cuenta cuándo te dejé de conquistar o cuándo me dejaste de ver como decías que lo hacías. 

Sin embargo sé que no hay tristeza que pueda durar por siempre. Que las cosas van y vienen con más fluidez. Sólo es fuerte escuchar tu nombre cuando hace tiempo no escucho todo lo que me decías, es duro escuchar que te vez feliz y que quizá con alguien nuevo a tu lado, como si lo que tuvimos fue sólo un sueño.

A veces sólo tenemos que aceptar como se dan las cosas, podemos creer que tenemos un pequeño por siempre, donde nunca dejarás de verle u olerle, que siempre serás quien le hagas feliz, pero no es así, simplemente no lo tienes. No puedes aferrarte a eso, debes aprender a dejarle ir. Entender que así como pudo empezar puede terminar, de un momento a otro simplemente somos incapaces de hacerles permanecer a nuestro lado. 

Han sido tantas noches escuchando canciones deprimentes, que las lágrimas ya saben en qué momento pueden empezar a caer. Han sido muchos amaneceres queriendo empezar de nuevo, tantos que no sólo deben quedar como deseos, sino hacerse realidad también. 

No se puede perder la esperanza sólo porque unos te han decepcionados, o como dice en El Principito “No se pueden odiar todas las rosas sólo porque una te pinchó, no puedes dejar de soñar sólo porque uno no se cumplió”. Debemos tener claro que no importa qué tan basura nos hicieron sentir o cuán roto nos han dejado, se trata de todo aquello que podemos sacar de esto, cada lección y aprendizaje. 

Somos lo suficientemente jóvenes para seguir adelante, es hora de levantarse nuevamente, volver a empezar. Dejando el odio atrás. Tememos muchas razones para estar bien, muchas personas a quienes dedicarles una sonrisa, debemos seguir dando lo mejor de nosotros sin importar cuánto daño nos puedan hacer. Simplemente seguir adelante, entender que una derrota no es el final de ninguna historia.


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